Que las zapatillas son para usarlas en una cancha o para salir a trotar, o que no importa cómo se vean porque son sólo son para dar comodidad, son ideas cada vez menos usuales en la juventud.
Así como están los que rayan con discos, autos o ropa, y están pendientes de la últimas novedades, hay un grupo cada vez más creciente de jóvenes -y no tanto- cuya locura gira en torno a las zapatillas. Son los llamados “sneakers freakers” (SF), o fanáticos de las zapatillas, capaces de hacer cualquier cosa por conseguir un par, o varios.
Los modelos pueden ser del año o “retros”, esos que son nuevamente lanzados al mercado por ser íconos en su momento. Los sneakers freakers hacen todo por tener sus zapatillas favoritas en sus pies, ya sea por status o porque hay veces que el deleite viene sólo por el hecho de tenerlas como parte de una colección en el closet de sus piezas.
Pero ¿Qué tanto saben los vendedores de esta tendencia? Recorrí algunas de las zapaterías del Mall local y la que más me sorprendió fue Puma. Cristián Triviño, Sub Jefe de la tienda, se maneja con el término “SF” de forma perfecta. Se nota al hablar. Posiblemente él mismo lo sea.
“Hay zapatillas que realmente no duran en la tienda, que son compradas rápidamente; están las con caña, sin caña, con colores fuertes o más discretas, pero que de alguna forma atraen al cliente porque refleja su actitud frente a la vida o la música que escucha. A ellos les gusta poder decir algo sobre sí mismos con lo que llevan en los pies, pero eso sí, siempre con estilo” señala el vendedor, agregando que las más vendidas son las Drifpcat, las Urban racer o Unlimited cuyos precios van desde los US$70.00 a los US$100.00
Gran diferencia hay en una de las grandes tiendas, Almacenes París, donde la vendedora Charlot Rojas me cuenta que poco y nada sabe del concepto sneakers freakers. Aunque sí reconoce las más vendidas: Converse y Puma.
Aún así la existencia de personas fanáticas de las zapatillas es indudable. De hecho, se notan a lo lejos y siempre andan mirando las zapatillas del otro. Triviño dice que es fácil identificar a un sneakers freaker: o llega pidiendo con el nombre del modelo de la zapatilla, o va reiteradamente a la tienda. Además, revela que en ocasiones algunos clientes llegan con cámara fotográfica en mano, preguntando si X modelo está en el local o no.
Por el momento, no estamos a la altura de lo que sucede en EEUU, donde hace un tiempo comenzaron una campaña para exigir a Nike la creación de las “Mac Fly 2015″ -zapatillas que todos pudimos ver en “Volver al futuro”, las se ajustaban automáticamente- pero vamos en camino. La cultura de mercado todo lo puede.
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